miércoles, 2 de mayo de 2012

Estrías en el embarazo


El 90% de las mujeres gestantes padecen estrías, especialmente cuando se trata del primer embarazo. Prepárate para prevenirlas y evitar secuelas.
Cuando se produce un aumento de peso importante y en poco tiempo, como en el caso del embarazo, la piel y los músculos se ven forzados sin adaptación previa, la dermis puede rasgarse al verse sometida a un estiramiento excesivo, y la piel se lesiona porque se alteran y deforman las fibras de colágeno y elastina. En los puntos donde se han rasgado los tejidos y la dermis se forman unas cicatrices finas y alargadas que, aunque en una primera fase tienen un color rojizo violáceo, con el tiempo se vuelven nacaradas y ya no desaparecen. Miden entre 1 y 2 centímetros de longitud y medio centímetro de anchura.
Zonas de máximo riesgo: Cuando las estrías aparecen por el aumento de volumen que se produce durante el embarazo, se localizan preferentemente en el vientre y en los senos, que son las zonas más tensas de la piel. Aunque si existe además un aumento de peso generalizado, también pueden formarse estrías en las caderas, muslos y nalgas.
Estas alteraciones de la piel suelen producirse entre el sexto y octavo mes de embarazo, pero excepcionalmente pueden formarse a partir del cuarto, sobre todo cuando, además del estiramiento de la piel, influyen también causas hormonales.
También existen razones hereditarias y de sensibilidad de la piel que pueden justificar su aparición. Por esta razón las mujeres pelirrojas y con piel muy clara son más propensas.
Como prevenirlas: Los médicos coinciden en que sólo se pueden evitar con la prevención, aunque admiten que en algún caso es imposible evitar lo inevitable.
La única prevención posible consiste en hidratar y nutrir la piel al máximo para darle elasticidad e impedir que se reseque y se rasgue en sus capas internas.
Los productos específicos antiestrías están formulados para penetrar hasta la dermis y contienen ingredientes que la piel más sensible de la mujer embarazada puede tolerar sin reacciones alérgicas.
Las cremas deben utilizarse a partir del cuarto mes de embarazo, cada día una o dos veces, y de manera ininterrumpida durante tres meses como mínimo. La aplicación se hace con suaves masajes rotativos:
-En los muslos, en sentido ascendente desde la rodilla hasta la cadera rodeando el muslo y también la nalga.
-En el vientre, de abajo arriba y en el sentido de las agujas del reloj.
-En los senos, desde el exterior hacia el interior y llegando hasta los hombros.
-En caderas y nalgas, con un masaje circular desde la parte superior de los muslos hacia la nalga y después hacia delante por la cadera.
El   sujetador debe elegirse pensando en el importante aumento de volumen de los senos en el embarazo. Debe ser de algodón, para que la piel transpire, y debe sujetar sin oprimir.
El ejercicio físico es importante. Durante el embarazo hay que consultar al médico antes de comenzar a practicar cualquier tipo de ejercicio, por suave que sea. Pero pocas veces está contraindicada la natación, los estiramientos suaves y los movimientos que favorezcan la elasticidad muscular, muy adecuados para fortalecer los tejidos epidérmicos y prevenir la formación de estrías.

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